Vive en Taos (Nuevo México) desde el 2006 y es conocido por sus grandes obras de arte robótico bajo el nombre de Robochrist Industries, sus animatronics para cine y televisión, y sus esculturas interactivas a gran escala, que han dado la vuelta al mundo en vivo y a través de las pantallas.
“Hand of Man” es una escultura cinética a gran escala, pero también es una obra interactiva y análoga de la vieja escuela. Operar “Hand of Man” requiere práctica: el operador coloca su mano en un dispositivo tipo guante, con interruptores conectados a bombas hidráulicas que activan los cilindros —cuando la mano del hombre se mueve, la mano del hombre se mueve.
“Becoming Human”. Fuente: foto cortesía de Christian Ristow
Mientras estudiaba arquitectura en Columbia, Ristow tomó una clase de soldadura y eso desencadenó una carrera en creatividad. Regresó a su San Francisco e ingresó al Survival Research Laboratories, donde comenzó a aprender el oficio de la animatrónica antes de aceptar un empleo en M5 Industries, para trabajar con los conductores del programa Cazadores de Mitos (Jamie Hyneman y Adam Savage) antes de mudarse a Los Ángeles y construir animatrónica para películas.
“Ant”. Fuente: foto cortesía de Christian Ristow
Ristow y sus grandes esculturas se han visto en galerías, festivales y ferias de todo el mundo, desde Los Ángeles hasta Nueva York, así como entre Jerusalén y Berlín y Melbourne. Su trabajo ha aparecido en los libros Robo Sapiens y Body Probe, además de revistas como Popular Mechanics, Wired, National Geographic, Spin, Raygun, Penthouse y Bizarre, y los programas de televisión en Current TV y Monster Garage y Monster Nation de The Discovery Channel. Su trabajo animatrónico y robótico ha aparecido en Bicentennial Man, A.I. de Stephen Spielberg, Spider-Man 2 y Zathura, entre otras películas y comerciales de televisión.
Retrato del artista. Fuente: foto cortesía de Christian Ristow
Según Ristow, si quieres ser un artista, un realizador, “tienes que ensuciarte las manos y aprender a construir cosas”. Eso cree él es fundamentalmente lo que le ha permitido centrar sus esfuerzos en la creación de esculturas mecánicas interactivas a gran escala, como “Hand of Man”, “Fledgling”, “Face Forward” y “Becoming Human”, entre otras.
“Becomming Human”. Fuente: foto cortesía de Christian Ristow
Ristow admite haber sido un niño al que le encantaba jugar. Cuando chico comenzó a construir modelos, pero pronto encontró otros usos para las piezas. “Sacaba el motor y hacía otra cosa con él. También recuerdo haber desarmado pequeños dinosaurios de cartón para averiguar cómo hacer que sus brazos se movieran y esas cosas. Siempre he tenido esa fascinación por hacer retoques”, dice Christian.